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Hacer discípulos - Guía de Enseñanza
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Patrones de discipulado y evangelismo para la iglesia contemporánea
El proceso sobrenatural del desarrollo cristiano comienza cuando el creyente nace de nuevo en el Espíritu. Dios desea que sus seguidores crezcan desde infantes espirituales a adultos maduros. El proceso es influenciado, para bien o para mal, por lo que nos rodea y nuestra disposición a rendirnos. Las consecuencias de un desarrollo atrofiado impactan de manera negativa al cuerpo de la iglesia.
El crecimiento espiritual es una travesía que el creyente asume después de nacer de nuevo en Cristo. Como con cualquier tipo de crecimiento, la madurez espiritual no sucede de la noche a la mañana, sino que es un proceso que se produce con el tiempo y requiere cuidado, esfuerzo intencional y dirección divina. Todo creyente comparte un llamado a crecer de la infancia espiritual a la madurez, para reflejar el carácter de Cristo en cada aspecto de la vida. Este estudio explora las etapas y el proceso del crecimiento espiritual, desde el nacimiento en el Espíritu hasta alcanzar la madurez espiritual. También examina los principios bíblicos, las influencias y las posibles consecuencias del progreso natural desde la infancia a la madurez como se describe en las Escrituras.
La meta del ministerio cristiano es presentar a cada creyente maduro y completo en Cristo, una transformación que sucede por medio de la obra del Espíritu Santo y la cooperación del creyente. La madurez espiritual implica llegar a ser más como Cristo, reflejar su carácter, adoptar su actitud y participar en su obra de reconciliación. La meta de cada creyente es ser conformado a la imagen de Cristo, y este proceso requiere crecimiento, aprendizaje y servicio intencionales. Mientras la Iglesia continúa cumpliendo con su llamado, la meta es clara: ayudar a cada creyente a crecer en el propósito que Dios le ha dado y reflejar la plenitud de Cristo en sus vidas.
¿Son todos cristianos o discípulos convertidos? ¿Qué relación hay entre la conversión y el discipulado? ¿Cuáles son las características de los verdaderos discípulos? ¿Qué es el evangelismo? ¿Es el evangelismo un don, un llamado o una posición en la iglesia? ¿De qué manera trabajan juntos el discipulado y el evangelismo? El evangelismo y el discipulado están conectados de una manera particular. Aunque cada uno de ellos puede ser puesto en práctica de manera independiente, el éxito relativo de ambos se destaca cuando son considerados dos partes del mismo proceso, el cual para efectos de este estudio llamaremos Hacer Discípulos. Los Evangelios y las cartas pastorales dicen mucho acerca del evangelismo y el discipulado. A pesar de un panorama de la iglesia caracterizado por miles de sermones, cientos de libros, numerosas conferencias y asambleas respecto al tema, la confusión y la complacencia abundan.
Examinar el llamado y el entrenamiento de los doce, los primeros seguidores de Jesús, los convertidos judíos y gentiles durante la expansión de la Iglesia y los viajes misioneros proveerá información y entendimiento en cuanto a la conversión, el crecimiento espiritual y la plenitud en Cristo. Arraigados en las Escrituras y la historia, el evangelismo y el discipulado deben ser la prioridad para que la iglesia prospere. Hacer discípulos es la misión principal de la Iglesia, el mandato para cada creyente y la meta del liderazgo espiritual. Exploremos los patrones de discipulado y evangelismo para la iglesia contemporánea.