Siempre fieles (2 Pedro) - Guía de estudio

Siempre fieles: Firmes en nuestra fe Un estudio en 2 Pedro

2 Pedro es la segunda de dos cartas que Pedro escribió a cristianos que vivían en un mundo pagano, lleno de lascivia y los excesos del poderoso Imperio romano.

Pedro fue uno de los primeros tres discípulos llamados por Jesús, quienes pasaron tres años observando todo lo que enseñó e hizo. Fue parte del círculo íntimo que fue testigo de la su Transfiguración. Este evento esencial cambió su vida, al ver el cuerpo de Jesús resplandecer con la gloria de Dios (Lucas 9:28-36).

Contradictoriamente, Dios había llamado a Pedro a convertirse en misionero al compartir el evangelio con unos romanos reunidos en la casa de Cornelio, un centurión romano (Hechos 10:1-11:18). Muchos le entregaron sus vidas a Cristo. Más tarde, Pedro hizo obra misionera en la región romana de Asia, antes de viajar a Roma, donde fue encarcelado (64 d.C.) y martirizado por el emperador Nerón (64 d.C.).

Los destinatarios de las segunda carta vivían bajo la cultura, influencia y coerción de Nerón, cuyo imperio se caracterizaba por la inmoralidad descarada y el libertinaje. Antes de la influencia romana, esta área había estado bajo la influencia de la cultura y el lenguaje griegos. Es posible que Pedro escribiera esta carta entre el 65 y el 67 d.C. mientras estaba encarcelado en Roma.

Escribió esta carta para exhortar a sus destinatarios a percatarse del potencial que Dios les había dado, a ellos y a nosotros. No debían dejarse asimilar por la corrupción sino imitar los atributos de Jesús en el Monte de la Transfiguración. Debían permitir que Dios permeara sus vidas desde adentro hacia afuera, para que su majestad, bondad y gloria resplandecieran en y a través de sus vidas.