Vencedores: Héroes de la fe – Guía de Enseñanza

El Libro de Jueces recibe su nombre por los doce hombres y una mujer que sirvieron como jueces durante un período de 350 años durante el período desde la muerte de Josué al tiempo de Samuel. En aquellos tiempos, no había rey en Israel. Definitivamente, este fue un tiempo de prueba para la teocracia después de entrar a la tierra prometida. Todos estos jueces tenían limitaciones, pero Dios uso esas limitaciones como cosas positivas bajo Su liderazgo Soberano. En este libro, encontrará un tema que se repite: Dios llamó a personas comunes no porque fueran totalmente capaces, sino porque estuvieron a Su disposición.

Cuando Josué era el líder de Israel, todas las tribus trabajaron juntas al obedecer a Dios. Desafortunadamente, la nueva generación fracasó en esto. Ellos experimentaron derrota tras derrota. El pueblo no quiso buscar al Señor sino que experimentó con la idolatría de las creencias paganas a su alrededor. Israel, en este momento, sucumbió en un desastre espiritual, moral y político. El resultado de este colosal fracaso fue que toda una generación se alejó de Dios. Sin embargo, pronto Israel clamó a Dios, se volvió a Dios, y se arrepintió. Dios escuchó sus oraciones y levantó a jueces que los liberaran. Entonces, volvían a caer y luego seguía un tiempo de arrepentimiento. Y el ciclo de pecado y arrepentimiento continuó.

La disciplina de Dios era para el bien de Su pueblo. Él demostró misericordia al proveer a estos jueces quienes dirigieron al pueblo de regreso a la obediencia repetidas veces.

Cuando mira desde arriba al Libro de los Jueces, algo rápidamente sobresale. Dios usa a personas que puede que nosotros nunca usemos. De hecho, Dios casi parece deleitarse en pedirle al extranjero y al inseguro que sea Su líder. Usted puede sentirse débil. Usted puede considerarse un don nadie. Usted puede sentirse insignificante. Usted puede pensar que no está calificado.